Maestro
Serapis Bey
MAESTROS
De
vez en cuando, surgen ciertos individuos que opinan que no se necesita un
mediador o “puente” que conecte al Ser Divino con el intelecto exterior. Como
la Presencia está conectada –a través del Santo Ser Crístico– con el corazón de
cada corriente de vida, esta gente está honesta y firmemente convencida de que
no se requieren medios externos de comunicación y guía espiritual.
Maestro Ascendido Serapis Bey. Por Frank Alvarado |
A
esta gente le digo lo siguiente: el propósito de un mediador es transferir la
Verdad, desde el Corazón de Dios a las mentes externas de los individuos que
han perdido su contacto personal y directo con su propia Divinidad. Cuando se
logra tal propósito, desaparece la necesidad de un mediador o de transmisión de
conciencia alguna; pero mientras no se alcance este punto, las mentes externas
de los seres humanos, incapaces de elevarse a la inspiración de sus propios
Seres Superiores, permanecen a oscuras. Sin embargo, gracias a la Misericordia
de Dios, reciben Iluminación a través de aquellos que han logrado un grado de
evolución mediante el cual pueden escalar el Monte del Logro, asimilar la
Verdad y llevar de regreso el conocimiento de esa Verdad, a los peregrinos que
están en el Sendero. Los peregrinos sabios le echarán mano a la copa que se les
ofrece y, al hacer esto, su ascenso al Monte del Logro será menos arduo.
Cada
corriente de vida sobre el planeta ha tenido comunicación directa con la
Presencia, desde el momento en que se produjo la individualización. Por encima
de cada corriente de vida en la Tierra, sobrevuela una Guardiana Silenciosa. No
obstante, si carecen de un mediador o guía espiritual en el plano físico, estos
individuos son incapaces de recibir guía directa de sus propios Seres
Superiores. Esto se evidencia por sí mismo, con el hecho de que, durante cuatro
millones y medio de años, a la Presencia le ha sido imposible elevar la
conciencia externa de la humanidad, a una unicidad con Su conciencia, ya que
las vibraciones finas y sutiles de la Presencia no son atendidas por los oídos
del ser exterior.
Por
este motivo, Dios, en Su Misericordia, ha provisto consejo espiritual en
distintos niveles, a través de cuerpos físicos altamente desarrollados como
mediadores, que hacen que los seres externos se vuelvan hacia la Verdad. Han habido muchos mediadores falsos. No
obstante, se puede evaluar la confiabilidad de un mediador en sus enseñanzas:
si estas hacen que el ser exterior se vuelva hacia la propia Poderosa Presencia
“YO SOY” del individuo, entonces el mediador viene de Dios.
Tomado
del libro "Reino de Bey", de Serapis Bey.