Portia - Diosa de la Oportunidad |
Rubén Cedeño
Si
verdaderamente eres alguien que tratas de practicar la metafísica, aspiras a
ser un hijo de la Luz, un estudiante de la Verdad y te dan la oportunidad de
publicar algún libro, disco, grabación, con la enseñanza, meditaciones o llaves
tonales de los Maestros Ascendidos, o tal vez realizar un evento para expandir
la Luz, no te pongas a ponerle “peros” a quien te lo ofrece, mucho menos pedir
requisitos, exigencias, dificultades, entuertos, calificaciones a personas o
aunque sea el más mínimo prurito. Esto espantaría de inmediato la energía pura,
perfecta e incalificada con que esa oportunidad llega a tu mundo, a veces desde
el mismo cielo. Esas oportunidades aparecen en el mundo de la forma ofrecidas
por un mortal, pero generalmente no son humanas, vienen de arriba y los
ofrecimientos que vienen de Dios, los Ángeles y de los Maestros son muy sutiles
y cualquier vibración que no sea de completa bienvenida, y agradecimiento, las
espanta. Asume la oportunidad en silencio, completo regocijo y agradecimiento a
la vida y a quien te da la oportunidad.
Recuerda
que cuando a uno se le ofrece la oportunidad de servir, solo debemos arrodillarnos
internamente en lo más profundo del corazón y dar gracias por lo nos están
dando, y sobre todo si es trabajar con la Jerarquía Espiritual, ese es un
privilegio por el que hemos esperado muchas encarnaciones y ahora que nos lo
dan no le pongamos obstáculos con nuestra mente ni sentimientos. Si hay algo
que resolver, solucionar, comprender, aprender, hagámoslo diligentemente sin
demostrar que realizar ese servicio nos causa problemas, para que no nos lo
arrebaten de las manos. Recordemos que por cada servicio que hay para
prestarles a los Maestros por medio de la humanidad hay varios candidatos
escogidos y si nosotros manifestamos que hacer ese servicio causa algún
problema, esa oportunidad inmediatamente le es dada a otra persona. Así que
tomemos nuestra oportunidad y solamente demos GRACIAS.