Con el pensamiento y el decreto
podemos crear tal como se lee en la Biblia que hizo Dios: “Y dijo Dios: “Hágase la Luz”,
y la Luz se hizo”. Jesús dice: “Sois Dioses”, y el mismo Génesis afirma
que fuimos creados “a imagen y semejanza
de Dios”, esto quiere decir: Creadores. Los pensamientos se pueden
convertir en cosas, tienen vida, poder y personalidad. No somos ni bonitos ni
feos, ni buenos ni malos. Somos lo que nuestra mente quiere que seamos. Debemos
tener una actitud positiva ante nosotros y todo lo que nos rodea. En vez de ser
el patito feo del cuento, puedes descubrir que eres un hermoso cisne. Todos
somos cisnes, pero no nos hemos visto en el espejo observando lo hermosos que
somos, sino que nos hemos metido en la cabeza los Arquetipos del “patito feo”,
que los demás nos han inculcado. Todos tenemos un “Plan Divino de Perfección”.
Dios nos ha hecho a Su imagen y semejanza, perfectos, con todo lo que nos hace
felices, sin problemas; esa es nuestra VERDAD. Ha sido la mente y el sentimiento
por desconocimiento del Principio de Causa y Efecto que hemos movido CAUSAS
negativas que ha entorpecido el asunto. Hay negatividades que no son nuestras.
De repente pasa una señora por una calle o nos reunimos con alguien y por
Principio de Vibración, si está triste, negativa o deprimida va dejando tras de
sí su estela, y absorbemos su energía y se nos pega, no es nuestra, no es la
VERDAD. De igual forma se nos pegan conceptos de enfermedades, virus, ideas de
robo, limitaciones, angustias, y muchas cosas más.
Tomado del libro Siete Principios
Universales de Rubén Cedeño.