La
crítica es la emisión de un juicio respecto a una persona, condición o cosa,
determinado por la percepción de los sentidos, sentimientos y pensamientos de
forma individual, subjetiva, personal, carente de impersonalidad, objetividad,
fundamentación científica y de aceptación universal.
EL
JUICIO CRÍTICO DESTRUCTIVO, en la mayoría de las personas, no corrige, no
perfecciona, sino empeora las cosas.
EL
JUICIO CRÍTICO sobre una misma cosa, como no es LA VERDAD, puede variar de un
crítico a otro de forma tan radical, que se pueden emitir juicios contrarios de
una misma cosa. Como todo juicio crítico no perfecciona, está velado por la
percepción de los sentidos, el pensamiento y el sentimiento, está impedido de
contener LA VERDAD.
LA
CRÍTICA es igual a una pantalla con diversos vidrios de colores en una lámpara
con luz cristalina. La Luz pura representa LA VERDAD y los vidrios de colores
los sentidos. Para las personas que están del lado del vidrio azul, la luz es
azul; para los que están del lado del vidrio amarillo, es amarilla; y así
sucesivamente. Ninguno de los que ven la luz a través de la pantalla ven LA
VERDAD, solo juzgan de acuerdo a lo que sus ojos ven, que al igual que el
olfato, el oído, el gusto, el tacto, el sentimiento y el pensamiento, pueden
estar sometidos a engaño. Por lo tanto, EL JUICIO QUE SE EMITE, PRODUCTO DE LA
PERCEPCIÓN PERSONAL, NUNCA ES COMPLETAMENTE REAL. ES ILUSORIO Y, POR LO TANTO,
SE CONVIERTE EN CRÍTICA.
El
deber de un estudiante espiritual no es emitir juicios sobre las personas,
situaciones y cosas, porque eso es producto de la percepción de los sentidos y
manipulación de la falsedad. "UN
ESTUDIANTE QUE OBSERVA LA VERDAD CORRIGE, ENSEÑA, DICE SIN CONDENAR CÓMO DEBEN
SER LAS COSAS Y JAMÁS CRITICA".
No
se puede condenar a los que critican, porque es hacer lo mismo que ellos. A LA
CRÍTICA y al CRÍTICO hay que comprenderlos y perdonarlos, porque no están
viendo LA VERDAD.
Las
personas que, ignorantemente llevadas por el impulso de su personalidad, emiten
un JUICIO CRÍTICO sobre una persona, sus acciones y cosas, están aumentando lo
criticado y no están ayudando a manifestar la PERFECCIÓN, la VERDAD y la LUZ,
asunto que es completamente siniestro.
Las
personas muchas veces realizan acciones que al parecer son incorrectas para
unos y correctas para otros. Lo más seguro es que ni unas ni otras tengan LA
VERDAD. Puede ser que acciones incorrectas sean calificadas de correctas y
acciones sumamente bien realizadas sean calificadas de incorrectas. El
estudiante no debe fallar en ninguno de los dos juicios, y su actitud debe ser
la de NO CALIFICAR NADA Y HUMILDEMENTE AYUDAR A PERFECCIONAR EN LO QUE PUEDA Y
LAS OTRAS PERSONAS LE PERMITAN.
No
calificar ni en BIEN, ni en MAL, es salirse del juego de los sentimientos, las
pantallas, los pares de opuestos. Así llegamos a la "Suprema Realidad de
Dios" que vive en Perfección dentro de cada persona.
Todas
las religiones y grupos espirituales genuinos enseñan a NO CRITICAR, pero esto
no quiere decir ser cómplice y tolerante con la imperfección, la ignorancia, el
odio, la fealdad, la mentira, la pobreza y el rencor. Ante el error, hay que
reaccionar enseñando.
El
Maestro Jesús dio la Enseñanza más grande que al respecto de la condenación se
puede dar cuando le llevaron a la mujer adúltera que debía ser apedreada y dijo
a los que le acusaban: "AQUEL DE
VOSOTROS QUE ESTÉ LIBRE DE PECADO, QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA CONTRA ELLA".
Nadie se atrevió a apedrearla, y cuando todos se fueron, Jesús le dijo: "YO NO TE CONDENO TAMPOCO".
Si
el Gran Maestro de Maestros no es capaz de condenar a una adúltera, ¿Cómo
nosotros, que evolutivamente todavía no somos Maestros, vamos a criticar las
cosas de nuestros hermanos? Jesús dice algo que debe ser llevado a la práctica
al pie de la letra por todos nosotros. "NO
JUZGUÉIS PARA NO SER JUZGADOS". "HIPÓCRITA, QUITA PRIMERO LA VIGA DE
TU OJO Y ENTONCES VERÁS BIEN PARA SACAR LA PAJUELA DEL OJO DE TU HERMANO".
Tomado
del libro PRINCIPIOS METAFÍSICOS. De Rubén Cedeño. Colección Metafísica
Infaltables.