Es muy importante tener en cuenta el
“Principio de Causa y Efecto” en todo lo que hacemos, decimos, escribimos y
cuando tomamos decisiones, porque te enseña algo divino de practicar: lo que tú
deseas que te hagan los demás, debes hacérselo tú a los demás primero, para que
se te devuelva. Tú quieres que te sonrían, sonríe; tú deseas que te den, da; si
te apetece que te sirvan, sirve. Si no te sirven es porque tú no has servido. Si
no te aman es porque no has amado. Tú eres el que ha ido en contra de la “Ley
del Bien”, y tú misma acción te castiga. Es muy importante que lo que tú quieres
que te den, lo des primero. Eso se llama la “Regla de Oro”. Nosotros somos la causa de todo lo que nos
sucede.
Son dos Principios, Mentalismo y
Causa y Efecto, lo que más nos hacen crear Karma, alejándonos de la “Ley del
Bien”, y por eso son los que primero y más se deben estudiar.
Tomado del libro Espiritualidad
Dinámica de Rubén Cedeño.