Toma
conciencia de que eres un vórtice de energía de Luz Radiante, vinculado con
todos los centros de Luz en el reino humano y Divino.
Proyecta
mentalmente una Rayo de Energía de Luz Brillante hacia tu Chispa Divina;
visualiza su Luz encima de tu cabeza, y conectada con Ella la Jerarquía
Espiritual de Shamballa, “El Lugar donde la Voluntad de Dios es Conocida”.
Después
de tener esto claro en la mente, ve como esta Luz desciende y se ancla a la
altura de tu Chakra Coronal o de la cabeza, haciéndote más luminoso. Ve como
este resplandor se va expandiendo hacia fuera, alrededor de tu vehículo físico
hacia todos lados, tu casa, el vecindario, la ciudad y el país. Pronunciar el
“Om” tres veces.
El
primer Om alineando el Cuerpo Mental Inferior con el “Yo Superior”; el segundo
alineando el cuerpo emocional con el “Yo Superior”, sintiendo que todo a tu
alrededor se ilumina y espiritualiza; y el tercero alineando el cuerpo físico
con el “Yo Superior” donde se visualiza toda la humanidad.
Lee
y medita lo que dice el Maestro el Tibetano: Al hacer el Om debes considerar
deliberadamente que eres un Hijo de Dios que retorna al Padre; que eres Dios
mismo que busca Su conciencia; un creador que trata de crear; el aspecto
inferior de la Deidad, que trata de alinearse con lo superior.
Entona
tres veces la Palabra Sagrada, emitiéndola suavemente la primera vez, afectando
así al vehículo mental; más fuerte la segunda vez, estabilizando el vehículo
emocional, y aún más fuerte la tercera y última vez, actuando sobre el vehículo
físico. El efecto sobre los tres cuerpos será triple. Luego procurará
visualizar los tres cuerpos. Una de las cosas a lograr en la meditación, cuando
se la practica con regularidad y de acuerdo a una correcta instrucción, es la
trasferencia de la conciencia, del “yo inferior al Yo superior”.
Realiza
de nuevo estos tres “Om” dirigidos con el pensamiento de auxilio a un lugar que
necesite ayuda. El primer “Om” se hace con una expansión de Luz para ti
conectado con tu Alma, el segundo “Om” para el medio ambiente que te circunda y
el Cuerpo Emocional, el tercero para todo el mundo, expandiendo ese “Om” a todo
el planeta. Envíalo proyectando salud, protección, amor, unidad, inteligencia,
prosperidad o perdón.
Al
final de los tres “Om”, se puede realizar la meditación en cada frase de la
“Gran Invocación” para lo que es imprescindible sabérsela de memoria.
Tomado
del libro Sendero de Rubén Cedeño.