NACIMIENTO DE JESÚS
24 de Diciembre
Rubén Cedeño
New York, 11-12-2001
El 24 de Diciembre se celebra el nacimiento del
Maestro Jesús quien descarga la radiación de Luz mas poderosa recibida por la
humanidad durante todo el año y es la del Nacimiento del Cristo Interior y se
concreta a las 12 de la noche, donde podemos afirmar:
Jesús vino a la encarnación
en la gruta de Belén
que veas el Cristo nacer
en tu propio corazón.
Hacía falta que un ser humano encarnara
visiblemente un Cristo Interno para que toda la humanidad tuviera el ejemplo de
cómo piensa, siente, habla y actúa un Alma Activa y pudiera proceder de la
misma forma y el Maestro Jesús se prestó para esta maravillosa y única misión.
Como el día del Solsticio, cuando desciende el
“Espíritu de la Navidad”, era una fecha tan sagrada en la antigüedad, el Papa
Julio I, en el año 345, con mucha lógica y criterio, la asoció con el
nacimiento de Jesús y la colocó en una fecha fijada el 24 de Diciembre.
OVALO DE NAVIDAD
La tierra, el país, tu ser personal necesita Paz.
El “Ovalo de Navidad Planetario para la Paz Mundial” consiste en la suma de la
energía irradiante de todos los seres humanos, la noche de Navidad al hacer la
Invocación de la Buena Voluntad Mundial, responsabilidad que reposa en los
humanos para la salvación de la tierra, cuando se dice tres veces: “GLORIA A
DIOS EN LAS ALTURAS Y PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD” como se
escuchó resonando en los cielos la celebre noche del nacimiento del Maestro
Jesús.
Este decreto hay que hacerlo, ya que hace mucha
falta. Trata de que impere la Paz del Alma, el sosiego del Espíritu y la
ventura terrenal, para todo aquella “Corriente de Vida” angustiada, enredada en
los intríngulis de la pasiones y deseos humanos y que necesita “Buena Voluntad”
con sus congéneres humanos, deseando el bienestar, el progreso, de los demás,
uniéndose con sus hermanos en el camino de la evolución, siendo una bendición
de hermandad y confraternidad para con todos. A esto invita la Noche Buena y la
Navidad en general para que los primeros en disfrutarlo y expandirlo sean los
seres de “Buena Voluntad”.
Dice Alice Bailey: El llamado es para los hombres y
mujeres sensatos y normales que pueden comprender la situación, encarar lo que
debe hacerse, y dar su vida para expresar ante el mundo las cualidades de los
ciudadanos del reino de las almas: amor, sabiduría, silencio, no separatividad,
no abrigar odios ni partidismos, ni creencias doctrinarias. Cuando puedan
reunirse un gran número de hombres así (y se están reuniendo aceleradamente),
se cumplirán las palabras del canto de los ángeles en Belén: “En la tierra paz
y buena voluntad entre los hombres”. Cuando la conciencia crística se haya despertado
en todos los hombres, entonces tendremos paz en la tierra y buena voluntad
entre los hombres. Cuando esto ocurra, entonces podrá Dios ser glorificado. La
expresión de nuestra divinidad pondrá fin al odio reinante en la tierra y
derribará los muros que separan a un hombre de otro, a un grupo de otro, a una
nación de otra y a una religión de otra. Donde hay buena voluntad debe haber
paz, actividad organizada y el reconocimiento del Plan de Dios, porque ese Plan
es síntesis, ese Plan es fusión, unidad y unificación. Entonces Cristo será el
todo en todos y Dios Padre será glorificado.