26 febrero, 2014

SIETE COLORES DE DIOS

Toda la Biblia se esmera en decir y volver a repetir que Dios es Luz. Cuando Moisés habló con Dios en el Sinaí, lo que vio fue luz en una Llama Ardiendo. En su Evangelio, San Juan vuelve a decir: “Dios es Luz”. La Luz está compuesta por “Siete Rayos” de diferentes colores; esto lo comprobamos al descomponerla con un prisma o cuando, de forma natural, se forma el arco iris en el cielo. Todo lo que ES, existe, vive, suena y tiene LUZ. Todo lo que tiene LUZ, al descomponerse esta LUZ produce colores.

El color es un efecto físico producido por diferentes longitudes de onda del espectro electromagnético de la Luz y cada color emite un magnetismo capaz de conectarse con sonidos, virtudes y cualidades constructivas de la energía de Dios. Cada color atrae o contiene un Aspecto de Dios y emite esa cualidad cósmica que son “Siete Rayos”. Dios es Luz, y cada uno de los Rayos que compone esa Luz es un Aspecto de Dios. “Todo lo que es de Dios está abundantemente y en todas partes, dispuesto a que lo usemos inmediatamente”.

Azul: Es producido por el hidrogeno solar, concentra y proyecta la energía del Poder y la Fuerza; Dorado o Amarillo: Es producido por el hidrogeno solar, concentra y proyecta la Sabiduría; Rosado: Está formado por el oxígeno terrestre y nos produce la capacidad de cohesionarnos con elementos de toda índole, con seres de todos los diversos estados de consciencia; Blanco: esta energía puede producir en nosotros la capacidad de trabajar con elementos químicamente puros o sin mezclas; Verde: es producido por el hierro solar y su irradiación electromagnética hace percibir Vida y veracidad; Naranja: Esta irradiación trae implícita el suministro energético capaz de hacer que la sustancia primordial nunca esté carente en ninguna sustancia que necesite de otra parte del universo; Violeta: Es producido en nuestra Tierra por el calcio solar. Fue descubierta por María Curie como los Rayos Ultravioleta, y desde entonces el planeta entró bajo la radiación, que científicamente es capaz de transformar la energía de una condición en otra. Ejemplo de esto es curar el cáncer y otras enfermedades. Los Rayos Ultravioleta purifican, esterilizan, matan bacterias y virus, y producen en el cuerpo la Vitamina D, que forma los huesos y retiene el calcio. La Vitamina D es la vitamina de la IRRADIACIÓN Violeta, y su carencia de raquitismo. La Vitamina D se obtiene en el amarillo del huevo y tomando sol. La astronomía actual utiliza el Ultravioleta, por medio de la nave Ultravioleta Explorer, para conocer cuerpos estelares que nunca antes se hubiera descubierto.

Tomado del libro Siete Aspectos de Dios de Rubén Cedeño.