No puedes sentir y decirle a alguien que lo odias, rechazarlo, condenarlo, dividirte de él o atacarlo, porque en ti y en esa persona, en la “Chispa Divina”, está el Amor;
lo mismo sucede con los animales, las flores, los árboles, las piedras, el agua, el fuego, la tierra, el aire y todo.
No hay nada en el Universo que no tenga Amor.
¿Cómo vas a odiar, si el mismo Amor que está en ti está en el otro?