MAGISTERIO ESPIRITUAL
RUBÉN CEDEÑO
El desenvolvimiento espiritual, hacer desaparecer
el “yo personal”, acabar con el “dios de la muerte” es muy complejo, nadie ha
podido solo, así como ninguna persona ha conseguido aprender a leer, aplicarse
a componer una sinfonía o construir un edificio solo, todos han necesitado de
un Maestro que los ha llevado a estos maravillosos logros.
El facilitador dentro de la Enseñanza Espiritual
Metafísica es un fundamento inalterable porque sin él no existiría la
Metafísica. Así como sin sacerdocio no hay catolicismo, sin lamas tibetanismo,
sin rabinos judaísmo y sin facilitadores no habría Metafísica.
La Metafísica acepta la existencia de los Maestros
y los Maestros son tales porque tienen discípulos, si no, no fueran maestros.
Todo el que dentro de las filas de la Metafísica se oponga a la existencia de
facilitadores o maestros es una persona que atenta contra la existencia de la
Metafísica como tal y es peligrosa.
Afirmaciones contra el magisterio espiritual
fundamentadas en las palabras del Señor Gautama: “Sean Lámparas para ustedes
mismos”, para ir contra la existencia de facilitadores o maestros es una mala
interpretación de la frase, que se refiere a que el estudiante se ilumine por
su propio esfuerzo y no niega jamás el auxilio que pueda prestar un
facilitador. El propio Señor Gautama tenía su Maestro y a su vez, a él mismo le
seguían cientos de discípulos, que hoy en día siguen existiendo sus sucesores y
son millones, cuya enseñanza se transmite por la más pura tradición de Maestro
a discípulo.
Atentar contra cualquier manifestación de
magisterio espiritual constructivo y noble es un desacierto de la ignorancia,
favorecer la anarquía espiritual y el atraso de las masas, por lo tanto es
completamente siniestro.