Rubén
Cedeño
Lima
1.1. 2013
A
veces a personas transparentes como el cristal, les llegan seres viciados, que
son turbios.
Suele
suceder que las personas cristalinas de buena fe, en su transparencia siempre
aceptan a todos aunque sean turbios.
A veces personas turbias, en el futuro se
transforman en cristales resplandecientes, pero otras veces no, porque no tiene
transparencia de origen, son oscuros pero no se les percibe, nadie sospecha que
son “gente toxica”, alcohólicos solapados con neuronas dañadas, en otros casos
son gente problemática con trastornos psíquicos y complejos muy complicados; se
da a veces la situación que son narcotraficantes o personas relacionados con
esto y, párese de contar, cuantas cosas inconveniente traen en sus hojas de
vida escondido en las sombras de su falta de limpidez.
Ciertas
personas en su cristalinidad son inocentes, sin malicia, todo lo perdonan, ven
en cada persona un cristal como lo son ellos.
De
esta manera se percatan de la gente oscura con quien están tratando, pero no
del daño que pueden hacer porque no tienen malicia.
Generalmente
estas personas con problemas solapados, se topan con otras y las empiezan a
contaminar hablando mal, diciendo improperios y calumnias de los que son
transparentes.
Esta
persona sin que nadie le haya robado, acusa de estafa y sin que ninguna persona
la haya seducido, acusa a alguien de seducción y así sucesivamente, van
diciendo falsedades como si fueran ciertas, sin haber comprobado nada y se
convierte en un núcleo de contaminación.
Esa
persona trata de tejer una maraña toxica alrededor de la gente de la cual solo
ha recibido bondad, cariño, enseñanza, atenciones y demás deferencias.
Así
de buenas a primeras se separa diciendo barbaridades.
Pues que nadie se perturbe por ello, sino todo
lo contrario.
La
pureza de la cristalinidad de vida de mentes y corazones de cristal de Seres de
Luz que existen, irradian y protegen de todo aquel que viene a contaminar y
asumen con su radiación de pureza cristalina su amparo y se valen de cualquier
cosa para que el descompuesto se valla y no vuelva nunca mas y así cuidar que
lo cristalino no se empañe.
No
hay que quejarse del que se va con su contaminación, las Mentes y Corazones
Cristalinos protegen de las formas mas increíbles.
Cuando
el que es transparente, bueno, noble y de gran corazón percibe las sombras, no
les da crédito y sigue como si nada y esto las ahuyenta.
Las
personas de mente y corazón cristalina siempre perdonan y aman, sin quejarse de
lo malo sucedido.
Son
aprendizajes que si se responde con Amor y perdón, bendiciendo, se produce la
Luz.
Tomado del libro Buddha de Cristal de Rubén Cedeño.