Lo que nos sucede en la vida, lo que somos, lo que nos ha
pasado, lo que nos vendrá, tiene una causa, un porqué, una explicación, y está
determinado por: El “Plan Divino de Perfección”, el “Principio de Causa y
Efecto” y el “Principio de Mentalismo”. Si hemos cometido errores y somos
infelices, podemos corregir las cosas mediante: la Práctica del “Yo Soy”, el
uso del Fuego Violeta o el ejercicio de la Oración Científica, y volver al estado de felicidad y armonía de nuestro “PLAN
DIVINO DE PERFECCIÓN”. De estudiar, concienciar y aplicar esto, trata la “Enseñanza
Espiritual”. El “Plan Divino de Perfección” puede ser alterado y se deja de
cumplir, cuando es modificado negativamente, moviendo causas negativas y
pensando negatividades, unido esto a sentimientos destructivos.
Tomado del libro Pilares de
la Metafísica de Rubén Cedeño.