18 febrero, 2014

SOLO PERFECCIÓN

Lámina de la Presencia "YO SOY"


Rubén Cedeño
Caracas 20.7.2012
A Reina Rodríguez

Estamos en la Metafísica para manifestar lo que Dios es, y Dios es “Solo Perfección”. Si aceptas la imperfección de cualquier índole que alguien te cuente de sí mismo o de los demás, esta se te pega y te vuelves eso. Así que no le aceptes a nadie que te hable imperfección de ninguna  persona, situación, o cosa, acepta “Solo Perfección”.

Existen casos de personas que llaman especialmente a los demás por teléfono, le dicen en persona  o cuelgan en los medios informáticos escritos espetándole defectos a una persona, grupo espiritual, facilitador o Maestro. Si aceptas esto, en ese mismo momento se te pega y esa energía se queda contigo para siempre y te puede hacer mucho daño, a menos que la niegues y se la devuelvas a la que la está generando en ese mismo momento, antes de que se anide en ti. No lo aceptes, pero hazlo con cariño y dile: “A mi no vengas a hablar mal nadie y mucho menos de alguien o una escuela o religión que predica a Dios. Yo acepto “Solo Perfección”.

Tengo el caso de una joven de excelentes sentimientos, muy devota de Dios y de los Maestros, en extremo servicial,  pero que tenía que desarrollar el no ser influenciable. Ella sostenía una maravillosa actividad espiritual de los Maestros a nivel mundial.  Los Maestros Ascendidos no le dan algo así a todo el mundo, era un privilegio. Trabajos como éstos generalmente se tardan muchas encarnaciones para llegar hasta realizarlos. Pero esta joven  se puso a escucharle  a un resentido, que le decía que ella no debía hacer eso que hacía, que se fuera de esa actividad y le colmó los oídos hablándole de los defectos  de aquel que le facilitaba y del grupo donde ella estaba. Ella le hizo caso y cometió el grave error de renunciar a ese maravilloso trabajo que le habían dado los Maestros en persona. El trabajo no se dejó de hacer, de inmediato el cargo lo tomó otra persona. Después de años, esta chica sigue arrepentida de su renuncia y su alma vive gimiendo por haberle hecho caso a un “delincuente espiritual”. Delincuentes espirituales los hay en todas partes que hablan y hacen barbaridades. ¿Y te vas a poner  a hacerle caso a un delincuente espiritual? Es peor que ponerse a hacerle caso a un delincuente social.

Los que vienen a hablarte mal de otra persona, tu camino espiritual, tu maestro o tu facilitador son sombras que quieren que tú vivas en las penumbras de la queja, el reclamo y el resentimiento como él.

Cada quien quiere para los demás lo que más le satisface. Al que le satisface la Luz quiere que los demás vivan en la Luz. Los que viven en la Luz solo piensan, sienten, hablan y proyectan Perfección, armonía y belleza. Ningún  espíritu de Luz habla mal de ningún maestro, facilitador o grupo espiritual.

Al que le satisfacen las sombras quiere que los demás vivan en la oscuridad y le molesta terriblemente que alguien viva en la Luz. Solo las sombras hablan mal y critican la labor de otra persona, Maestro, facilitador, religión o escuela espiritual.  Las sombras lo que desean es que seas infeliz, pero no se lo aceptes, diles: A mi no vengas a hablar mal de nada ni de nadie, háblame de “Solo Perfección” y si no lo haces no me hables más hasta que llenes tu boca con palabras de perfección.
No le aceptes a nadie que te venga a decir que lo botaron de aquí o de allá, lo expulsaron  de su grupo espiritual o lo botó su maestro o facilitador. Hay escuelas espirituales como la Metafísica de donde no se bota a  nadie. Pero hay personas que dicen que los botaron y predican esto para crear conflicto en la mente y el corazón del que está en paz. Si a alguien lo botaron de un grupo o religión o lo expulsó su maestro, “así sería de malo”.  ¿O es que te vas a poner a creer que “el estudiante era bueno y el malo era el maestro”? Ese cuento lo han hecho creer casi todos los niños en la primaria para que los padres no lo castiguen por sus bajas calificaciones.

Hay escuelas donde una de las pruebas es que al estudiante lo hacen quedar fuera de ella a ver si pide e insiste  volver a entrar y de esta manera probar su gran interés por estar en ella y que de hecho es vuelto a aceptar. Así que el que te venga a decir que la pareja, tal grupo o facilitador lo botó, contéstale: “Si esa persona, escuela o maestro era malo, gracias a Dios que te botó”. Dale gracias a Dios que te liberaste, te hizo un gran favor, dale las gracias. Y si esa persona o grupo era bueno, sé  humilde e insiste que te vuelvan a aceptar. En  ambos casos no hay nada malo que hablar, ni contaminarse el cerebro con la negatividad de lo que diga alguien. No sabes lo terrible que es empatarse en los comentarios  negativos que se hace contra una religión, o persona religiosa. Trae el karma, que después por muchas encarnaciones hace que no se pueda volver a estar en  contacto con un buen maestro o escuela espiritual verdadera. Eso lo vemos por allí, en personas con deseos espirituales a los que por vivir en determinada parte nos les llegan ni libros ni buenos maestros y se están muriendo por ello. Hay que ver lo que hicieron en otras vidas.

No sigas con ninguna conversación nefasta que te haga ver, oír o hablar imperfección, ni la repitas, eso te hace perder tu cielo, te desarmoniza, te hace desconectarte de tu “Plan Divino de Perfección” y tu “Concepto Inmaculado”.

Recuérdate siempre de este propósito que proponen los Maestros Ascendidos en las “Meditaciones Diarias” y ponlo en práctica ya: “Que mis ojos no miren sino Perfección; que mis oídos no escuchen sino Perfección; que mis labios no hablen sino Perfección.”

Así que puedes afirmar: “Yo veo solo Perfección; yo oigo solo Perfección; yo hablo solo Perfección.