Los insultos, reclamos, quejas,
improperios, el ruido de los autos, la radio, el llorar de un niño, el
estrépito del tránsito, la estridencia del rock, la salsa o las malas palabras,
ya no las califiquemos de desagradables. Todo lo que oyes está contenido dentro
del gran “MAHA-MANTRAM” del “OM” Cósmico. Todo sonido es la palabra Divina,
pero en diferentes grados de vibración, y porque algunos sonidos te molesten,
no dejan por eso de estar contenidos dentro del Mantram que auto-sostenidamente
entona el Cosmos. El propósito es que te salgas del par de opuestos y ya no te
perturben más, ni el lugar ni lo que oigas, donde quiera que te encuentres. Ya no
estás en el plano de la lucha. Di “Yo no
estoy en el plano de la lucha”. “Yo estoy más allá del Bien y del mal”.
Tomado del libro Principios de
Metafísicos de Rubén Cedeño.
