13 agosto, 2014

PROCURAR QUE CADA PERSONA SEA LIBRE



RUBEN CEDEÑO
Libro: -Esto somos los metafísicos-

Procurar que cada persona sea libre es uno de los objetivos complementarios de la Metafísica. Este objetivo está clasificado como tal, porque no todo el que es atraído por la Metafísica lo desea realizar, es optativo. Las personas que estudian y comunican la Enseñanza Metafísica, no nos consideramos personas libres sino en búsqueda de la libertad, la verdadera y única libertad, la de liberarse del “yo inferior” haciéndolo desaparecer dentro del “Yo Superior”. Libres espiritualmente son los “Jivanmuktas” que están liberados de las ataduras de la “trinidad inferior” de la personalidad, que es el cuerpo físico/eterico, astral y mental y están libres de la “Rueda de la Vida”, de la “Rueda de Reencarnaciones” libres de las garras y las fauces de “Yama” el dios de la muerte. Los metafísicos estamos trabajando por procurar la libertad del sufrimiento que produce cualquier atadura, sea física, emocional o mental. Libertad no es hacer lo que se viene en gana eso es estar preso de las pasiones.

Hay quien se cree libre y está preso se sus propios deseos y hay quien cree estar preso de un orden y una disciplina que lo hace libre de una cantidad de aberraciones.

El mejor ejemplo de la paradoja que puede ser la libertad la representa el monje que se siente preso de la severidad del monasterio porque no lo dejan beber, alcohol, ensuciar, llegar tarde a los servicios, andar desaseado y dice que se libera y se va al mundo para andar libre en la calle preso de las pasiones sexuales, el alcoholismo, las deudas, el engaño y el desfalco. ¿Dónde el moje era realmente libre?

Hay personas que se consideran presas de quien no los deja ser desordenados, indisciplinados, mal educados, faltos de programación, vivir sin estudiar, sin ética, sin consumir drogas o robar y creen liberarse de esto al caer presos del caos, las deudas, ser injustos y la patanería. Hay quienes se consideran presos de los que no los deja dar rienda suelta a su cuerpo astral y le impiden caer en trances mediumnimico, vivir atados a las pasiones desenfrenadas que son las ataduras del cuerpo astral y quieren ser libres para vivir como un barco a la deriva sin timón, capturadas de los espíritus del astral. Hay personas que se consideran presas porque a nivel mental están cumpliendo reglas que los hacen vivir con ética, con una disciplina un orden que los mantiene libre del desorden los fanatismos, supersticiones, extorsión, cualquier superchería o de ser una secta.

Dentro de la Metafísica se procura vivir ordenados, disciplinados, dentro del protocolo y orden ceremonial propio de Séptimo Rayo Violeta de la Nueva Era y alguien zafado puede considerar que hay que liberase de esto y busque otras enseñanzas, donde no haya disciplina de compostura dentro de las actividades, sean impuntuales, mal vestidos y en esta apariencia de libertad sean farsantes, que se excusen detrás del nombre de la Metafísica para realizar fechoría, extorsión, engañar con enseñanzas a media y esto no es libertad y es algo que nunca verán en nuestras filas.

La auténtica libertad está en el orden, la correcta exposición de la Enseñanza Espiritual, dándole a conocer y tratando que se vivencien los “Siete Principios Universales”, los “Siete Aspectos de Dios” y el conocimiento de los Cuerpos Invisibles. Estamos libres de poseer, dar o perseguir “secretos” supuestamente espirituales, ya que los únicos secretos que existen son los que no se pueden decir por más que se intente, y si se dicen, no se entienden.

Nadie puede ser libre en la separación ya que está preso de ser una división más en el mundo y esto es la atadura más grande que puede existir, es a lo que los Maestros de Sabiduría llaman la “gran herejía”.

La enseñanza que se facilita en la Metafísica esta libres de canalizaciones o mediumnidad, porque no nos alimentamos ni dependemos de ningún canal, rayo de luz y sonido, médium u oráculo. Tampoco dependemos de ningún libro sagrado al que hay que obedecer o aceptar lo que dice ni de escritos descargados por ningún maestro por medio de ningún mensajero. Nuestra Enseñanza es libre porque es el producto de la investigación y observación del Orden Universal de la Vida, que se puede ordenar en los “Siete Principios” o Leyes Universales, asunto que puede ser comprobado por cualquiera que se proponga hacerlo. Nosotros no cultivamos el apego a los asuntos materiales, y el estar haciendo decretos desmedidamente para conseguirlos, porque sabemos que “Todo es VACÍO, efímero, y el apego atrae sufrimiento”. Si lo que deseamos es liberarnos del sufrimiento, tenemos primero que liberarnos de los apegos.

Esto son los objetivos de libertad por los que trabaja el Maestro Rákóczi, bajo cuyo amor y protección trata de acogerse la Metafísica.