Pallas Atenea - Diosa de la Verdad |
¡El fruto y la cosecha de todo
aquello que ustedes siembran en la mente de otro crece allí como consecuencia,
constituye el karma de ustedes! Cualquier
palabra que salga de sus labios y que contamine la conciencia de otro es un
pecado. Esto es así aunque pueda estar basado en un hecho real, ya sea que se
diga como insinuación o como una acusación directa. ¿Por qué? Pues porque de
esta manera están ustedes contribuyendo a las sombras del mundo… ¡y no están
diciendo la Verdad! La Verdad acerca de cada hombre, mujer y niño en este planeta es sólo el Bien. ¡Cualquier
imperfección en otro que vean con sus propios ojos o que escuchen con sus oídos
y luego pasen a otra persona, los hará responsables ante la Gran Ley Cósmica y tendrán
que pagar por ello de alguna manera, créanme!
Mediante el uso del Fuego Violeta,
la Llama de la Misericordia, transmuten toda discordia en Luz, y no creen más zozobra
de la que ya hay aquí. Soy muy enfática al hablarles hoy sobre esto, ya que he
visto más vidas arruinadas, más luz opacada, más inarmonía creada, más disensión
generada, por el chisme de individuos llevando imperfección de oído a oído, de
boca en boca y a través de muchas páginas escritas.
Esto ha constituido el elemento
destructivo en todo empeño cooperativo que alguna vez ha existido en este
planeta Tierra desde la caída del hombre. No importa cuál pueda ser la apariencia,
si un individuo es lo suficientemente fuerte como para soportarla, será
igualmente fuerte, dentro de sí, para transmutar esa apariencia en Luz
invocando a la acción a la Llama Violeta a través de todos los involucrados a
la acción con ella, sin permitir que nuble la conciencia de muchos.
Tomado del libro Amantes de la
Verdad de Pallas Atenea.
Colección Maestros Ascendidos.