La vida siempre nos ofrece la
oportunidad de transformar las cosas negativas en positivas. No hay asunto más
espectacular que ver como una semilla con un poco de tierra se puede convertir
en un árbol y dar un fruto bello y fragante. ¿Y por qué tú no puedes cambiar tu
vida? Si eres más que el loto y un árbol frutal. Mira como en la naturaleza hay
un proceso de transmutación, que es la Llama
Violeta actuando. No hay ningún misterio en eso.
La vida nos vive enseñando la
opulencia. ¿Por qué tienes que seguir viviendo en la miseria? ¿Por qué tus
padres eran miserables, te arruinaron la empresa o no tienes trabajo,
tienes que seguir viviendo en la miseria? ¡No! Tú tienes el poder de cambiar y
transmutar. Que porque tu pareja es odiosa, ¿tu vas a vivir la vida amargado?
Tú puedes cambiar las cosas, pero como tienes el "Mojón Mental" de
considerarte sin voluntad, sin sabiduría, sin amor, sin salud, sin poder
ascender, sin paz y sin opulencia, y con la negativa de cambiar por
considerarte menos que los demás, te hundes y mueres.
Pero tú puedes cambiar. Usa todos los
aspectos de la vida: tu voluntad, sabiduría, amor, belleza, vitalidad, salud,
opulencia, y... al traste con todo lo que está molestando en tu vida. ¿Por qué
tienes que seguir aguantando calamidades, si tú no viniste al mundo a vivir
mal?, ¿tú no sabes que vives mal porque te da la gana? Porque tú estás creando,
calificando cada situación así.
Uno vive creándolo todo en la vida.
Hay veces que sales de viaje, se pierden las maletas, te deja el avión, no sé cuántas
negatividades más suceden porque te encadenas en una rueda de pensamientos
negativos que va creando todo lo que te rodea. Por eso, cuando uno se monta en
un taxi y el chofer se queja mucho, o llegamos a un sitio donde hay gente
negativa, podemos tratar de cambiarles el punto de vista. Uno puede ir hablando
con ellos muy bien, pero cuando empiezan a decir "este país no sirve de nada”,
les podemos decir "no hable mal de su país", "no me hable mal
porque le va a ir mal", "cuando uno habla mal, le va mal",
"hable de cosas buenas" y les cambiamos la onda.
No permitamos que delante de uno
digan, "me robaron", "me asaltaron", "no puedo",
"es imposible". Cuando a la gente negativa le decimos "no
decretes cosas negativas", la gente nos dice: "pero ya no sé cómo
tengo que hablarte a ti", "Yo no sé qué pensar". Dile que si va
a hablar negatividades, mejor que se quede callada la boca, que le hace un bien
a la humanidad. No pienses cosas destructivas, ya vas a ver, cuando dejes de
pensar, qué libre de todas las negatividades y de una cantidad de cosas te vas
a sentir.
Uno no puede seguir esa onda porque es
como el hedor debajo de los brazos, que se pega. "No sigas hablando cosas
negativas porque te vas a dañar tu vida". Tienes que cambiar, transmutar,
disolver, todo lo negativo, la contaminación mental. Toda esa porquería junta
sumada a la de las personas que tienes al lado, y más allá es lo que tiene al
planeta torcido con la inclinación del eje. Eso no lo va a solucionar ningún
platillo volador que venga por ahí, ni una nave madre que se pare en una
avenida, y nos evacue para ir a un planeta hermoso, lleno de flores. ¡Mentira!
Si somos negativos a donde lleguemos lo dañamos. Porque uno va con la maletita
de negatividades debajo del brazo, y donde llegas, las siembras y reproduces. La Tierra no va a ser transformada por
nadie, sino por nosotros mismos. Por eso debemos transformar
nuestro estado de conciencia. Si somos negativos y nos ponen a vivir en un
paraíso, dentro de seis meses lo volvemos un infierno.
Tomado del libro Mojón Mental de Rubén Cedeño.