15 febrero, 2015

VÍCTIMAS

Los Estudiantes que se van, algunas veces lo hacen porque cuando son muy prometedores, inteligentes, activos y capaces de propagar la enseñanza, las "energías siniestras" los toman de blanco. A ellas no les conviene que triunfen, y se toman por objetivo desactivarlos de cualquier forma; para esto, usan los propios defectos del Estudiante, como puede ser: su intelectualidad, orgullo, deseos de figurar o ser líder espiritual, y también se valen de los defectos de su facilitador.

Algunos Estudiantes creen que todo lo bueno que les viene, como: publicar libros, videos, fotos, fama, expansión y discípulos es de ellos, se lo merecen, lo han trabajado, y se ilusionan con que pueden seguir con lo mismo al irse solos; pero no es así.

Cuando todo lo que uno le da a un Estudiante, le acrecienta el ego y lo puede convertir en un "mago negro", antes de que esto suceda, los Maestros le quitan a uno ese Estudiante de su lado. Somos tantos en el mundo, que a alguien con actitud siniestra, los Maestros no le permiten permanecer en el grupo, para que no le haga daño a tanta gente; entonces, por cualquier decepción o defecto contra el facilitador, hacen que este Estudiante se vaya.

A la larga, después de algún tiempo, uno sabe de ellos y de su final lamentable. Se han ido Estudiantes diciendo que las instrucciones de los Maestros Ascendidos dadas desde determinada fecha en adelante no eran ciertas, que ciertos maestros no existían; otros se han puesto a decir que el Gautama no es el Señor del Mundo, y proclaman la existencia del "mal cósmico"; algunos se han ido, porque tenían la idea de cambiar las enseñanzas del grupo por las instrucciones separatistas y condenatorias de otra escuela, destruyendo los grupos en nombre de una enseñanza que ellos consideraban mejor, queriendo conquistar seguidores, acusando defectos que tenían los facilitadores.

Todos fueron sacados, y hay que dar gracias de que se fueron, aunque cause dolor y se añore que vuelvan; si esas personas se hubieran quedado adentro, hubiera sido un desastre.

Los facilitadores tienen defectos, pero son como los de la madre, que los sabemos, pero la seguimos queriendo, le tenemos amor. Los estudiantes vienen cundidos de defectos, y el facilitador los tolera, perdona, corrige; pero algunos de ellos, cuando creen saber un poquito, comienzan a verle imperfecciones al facilitador donde antes no se las veían; le echan en cara que no creían que fuera como es, que porque ese facilitador era alumno de tal o cual, o había conocido a determinado maestro, era especial.

Aunque el facilitador nunca les haya dicho a los Estudiantes que sea especial por eso, ellos se lo inventan, y después lo hacen sufrir por las consecuencias de sus inventos, embistiendo implacablemente contra el facilitador y yéndose. La Ley del Karma existe. A esos Estudiantes que se van criticando y condenando al facilitador, algún día, sus Estudiantes les harán lo mismo. En un momento se encontrarán sin la enseñanza que tenían y sin la enseñanza que fueron a buscar en otros grupos.

Entonces, comprenderán que fueron víctimas de las "energías siniestras". Tal vez ya no encuentren al facilitador para pedirle perdón. Entonces será el llorar y crujir de dientes. El facilitador mantendrá el perdón, algunas veces pidiéndoles perdón a los Estudiantes que creen que él les hizo daño, porque no se dan cuenta que los que tenían que pedir perdón eran ellos.

Tomado del libro Ascensión de Rubén Cedeño.