Las
afirmaciones que enseñó Jesús son muy poderosas y uno las puede usar. Si tienes
dudas sobre tu capacidad para enseñar bien la Ley, afirma: "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO". Esta afirmación también la
puedes utilizar para resolver cualquier interrogante. No te quedes más nunca
diciendo: "yo no sé" o "no puedo"; afirma: "YO SOY LA LUZ DEL MUNDO",
y verás cómo tu entendimiento se ilumina y serás capaz de resolver todo lo que
requieras.
Aquello que es constructivo, bueno, agradable, sabio, amoroso, hermoso, saludable, pacífico y perdonador es "LUZ"; y todo aquello que es destructivo, separatista, angustiador, desagradable, desesperante, agresivo, guerrero y rencoroso es "tinieblas", no es Dios. Dios es Luz y la Luz no puede tener tinieblas, ellas son creaciones de la mente humana.
Las tinieblas no pueden más que la Luz, así que todo aquel que está rodeado de cosas buenas, porque las decreta y vive de acuerdo a ellas, tiene más poder, resplandece y triunfa por encima de todas aquellas personas que son negativas y que viven en las tinieblas.
Cuando nos veamos tropezando con todo, es decir, con problemas, envidias, obstáculos o enfermedades, fijémonos bien si es que "ANDAMOS DE NOCHE", esto es, sin aplicar los Principios Divinos Universales. El que pone en práctica las Leyes, los Aspectos de Dios y los Rayos, anda de día y no tropieza, todo le va bien. Jesús dice: "EL QUE ANDUVIERE DE DÍA NO TROPIEZA, PORQUE VE LA LUZ DE ESTE MUNDO. MAS EL QUE ANDUVIERE DE NOCHE TROPIEZA, PORQUE NO HAY LUZ EN ÉL".
Tomado
del libro
Evangelio Crístico de Rubén Cedeño.