Nosotros
pasamos el día decretando, y nos reunimos con la gente a decretar cosas, tanto
buenas como malas. Vivimos con la mente decretando mañana, tarde y noche; hasta
dormidos, en el sueño, decretamos cosas. Todo lo que hablas es un DECRETO. "LOS DECRETOS SON PALABRAS -UNAS VECES
POSITIVAS Y OTRAS, NEGATIVAS- QUE VERSAN SOBRE LA ECONOMÍA, EL TRÁFICO, EL
VIRUS, LOS LADRONES, CÓMO ESTÁ EL TIEMPO".
Con los decretos buenos no nos pasa nada lamentable, pero con los malos se llena el mundo de calamidades: "el mundo está imposible", "el cambio de la moneda no está favorable", "el virus está acabando con la gente", "se están cayendo los aviones". Vivimos DECRETANDO sin saber que esos decretos se cumplen, y primero que nada, en quien los hace. Si vives atemorizado por la gripe tal o cual que está dando por allí, al primero que le va a dar es a tí, porque todo es mente y sentimiento; lo que tu decretas, eso va a venir hacia tí. Si piensas y hablas de ladrones y de robo, te robarán; igualmente, si lo haces con la rutina, te arruinarás; si es de fealdad, te pondrás feísimo.
CADA VEZ QUE HABLAMOS DECRETANDO COSAS, SE NOS MUEVEN LAS CÉLULAS DEL CUERPO, TOMAN FORMAS DIVERSAS Y CAMBIAN DE LUGAR, DISMINUYEN O AUMENTAN SU FRECUENCIA VIBRATORIA, Y DEPENDIENDO DE TODO ELLO PRODUCIMOS BIENESTAR O MALESTAR EN NUESTROS CUERPOS O EN QUIENES NOS RODEAN.
GARGANTA
En la garganta tenemos el Chakra del PODER DEL DECRETO que controla las energías vibratorias de todo nuestro organismo y lo que nos rodea. Allí pronunciamos el VERBO CREADOR. Este Chakra pertenece al Rayo Azul de la Fuerza, el Poder y la Fe; de allí sale el comando creador, y fue este Chakra el que activó el Logos Creador al formar el Universo. Allí reside la fuerza de la palabra, transmitido por el Poder Creador de "YO SOY".
Tomado
del libro Espiritualidad Dinámica. De Rubén Cedeño.
