Arcángel Zadkiel
Estoy
verdaderamente agradecido de que la vida me haya dado el privilegio de
permanecer en la Tierra, para volver a traer, a la sustancia física del
planeta, una réplica de ese Templo en el cual sirvo, y en el cual muchos
de ustedes sirvieron junto a Mí, tanto tiempo atrás.
Cuando
el Templo de la Purificación se encontraba físicamente manifiesto en el
continente atlante, era bien conocido, no solo en la Atlántida, sino a
lo largo y ancho de la superficie de la Tierra. Los Sacerdotes y
Sacerdotisas de ese Templo y de los Templos asociados que se hallaban
alrededor, estaban bien entrenados en los Poderes de la Invocación
consciente.
En
aquel tiempo, Nosotros exteriorizamos un gigantesco Foco de Fuego
Violeta, ¡y todos podían ver físicamente Su resplandeciente Llama a
cientos kilómetros de distancia en todas las direcciones! Por supuesto,
hicimos esto antes de que la radiación y los seguidores de la “orden
negra” cayeran sobre los discípulos del verdadero sendero y destruyeran
el sacerdocio, imponiendo el escepticismo, el miedo y diversas
cualidades negativas sobre la conciencia de la gente.
Para
lograr que esta Llama se manifestara visiblemente, la Amada Amatista
(Mi Complemento Divino) y Yo, junto con algunos sacerdotes y
sacerdotisas del Fuego Violeta de los Reinos Divinos, nos mantuvimos con
los brazos extendidos hacia arriba, invocando el Rayo Violeta, hasta
que apareció justo aquí, sobre la superficie física de la Tierra, como
un gigantesco Pilar de Llama Violeta.
Para
sostener esa actividad purificadora en la atmósfera de la Tierra, la
Lama Violeta debía ser invocada de manera consciente una vez por hora,
las veinticuatro horas del día. Si esto no se hubiera llevado a cabo, no
habría habido suficientes Sacerdotes y Sacerdotisas genuinos de la
“Orden Blanca” para transportar el resto de las Llamas, que representan
una concentración de las diversas Virtudes Divinas, desde la isla de
Poseidón –el último remanente del continente atlante en hundirse bajo
las olas, en un desenlace catastrófico- a otros lugares seguros, sobre
la superficie del planeta.
Muchos
de ustedes pasaron por buena parte de ese entrenamiento y, por eso, han
aceptado, de forma natural, la actividad del Amado Maestro Saint
Germain, quien necesita asegurarse la asistencia de corrientes de vida
no ascendidas que, a través de la visualización, de canciones y
decretos, deseen cooperar para traer el Reino de Dios a la Tierra, más
rápidamente. Amados, nunca se insistirá demasiado en la importancia del
Poder de la Invocación para redimir las condiciones del planeta Tierra y
sus evoluciones en el momento presente.
Extracto del Libro: “Poder de la Invocación” del Arcángel Zadkiel.