19 julio, 2017

“YO SOY” O “I AM”


Rubén Cedeño
Buenos Aires, 13.7.2017.

Lo que mueve a la acción a la Divina Presencia de Dios en un decreto comenzado con el Sagrado Nombre del “Yo Soy”, es el estado de consciencia, convicción, fe y sabiduría que se tenga sobre el Poder de este “Verbo Creador”, y no el idioma en que se pronuncie. Algunos estudiantes de habla inglesa afirman que la pronunciación del “I Am” en inglés tiene una más alta frecuencia vibratoria que en castellano o en cualquier otro idioma. Pero si usted pronuncia un decreto diciendo “I Am” en inglés y está pensando en los “hot dogs”, por mucho inglés en que sea hecho ese decreto, no va a funcionar. Si Dios se moviera a la acción por el idioma en que se pronuncia “Su Santo Nombre”, imagínense los ladrones y todo tipo de facinerosos encubriendo todas sus fechorías porque saben hablar inglés y dicen “I Am”. 

Una señora, en Londres, estacionó su auto en una zona prohibida e hizo un decreto con el “I Am” para que la policía no la multara y me dijo que así se lo había enseñado su facilitador. No solamente la multaron, sino que las autoridades le confiscaron el auto. Qué bueno que así sucedió. Imagínense el desastre que sería para el mundo, que todo el que dijera una afirmación con el “I Am” pudiera estafar por solo decretar en inglés.
Afortunadamente eso no funciona de esa manera. Usar el “I Am” en inglés no es garantía de la “Acción de Dios”. Solo se mueve la “Acción de Dios”, por la muy pura y altísima consciencia que se tenga de su Divina Presencia, el grado de concentración, meditación, contemplación, más el poder del pensamiento y el sentimiento con que sea dicho, sea el “Om”, el “Io Sono” o el “Ich Bin” o el “Yo Soy”, pronunciado en cualquier idioma.

Extraído del Libro: Poder del “Yo Soy”.