17 enero, 2014

SHAMBALLA



Shamballa
Rubén Cedeño

Shamballa es el Hogar de la Jerarquía Espiritual del planeta Tierra, “El Lugar donde la Voluntad de Dios es Conocida”. Fundada por Sanat Kumara y dirigida actualmente por el Señor Gautama Buddha. Ubicada fuera del tiempo y el espacio cognoscibles, pero conectada en el reino etérico sobre Long Island y Manhattan, en los Estados Unidos de Norteamérica. El día 26 de Noviembre de 1964 fue trasladada desde el desierto de Gobi a Long Island. Estas ubicaciones nada tienen que ver con lo que los países mencionados representan actualmente, sino que han sido tierras sagradas del pasado. Mongolia fue parte de un Continente que se hundió en el Pacífico y se llamó “Lemuria”, y Estados Unidos fue parte de un continente que se hundió en el Atlántico y se llamó “La Atlántida”.

Existe lo que se llama “El Triunvirato de Shamballa” que es el cuerpo directriz de toda la Jerarquía Espiritual conformado por El Señor Sanat Kumara, Gautama Buddha y Lord Maitreya.

Shamballa era la perfecta “Remembranza Divina” de nuestra vida en el Cielo, pero en la tierra. Dentro del Mar de Gobi había una isla llamada Isla Blanca con exuberante follaje verde, sobre la que se construyó Shamballa.

Los sacerdotes venidos desde Venus buscaron el material con el cual Shamballa debía construirse, y con el trabajo de sus propias manos, diseñaron y construyeron de mármol y piedra la visión que ellos sostenían dentro de sus mentes. Las condiciones fueron similares a aquéllas que se encontrarían hoy. No encontraban colaboradores y tuvieron que hacer el trabajo solos, como no tenían clarividencia no se percataban de los Seres de Luz que los asistían desde el “más allá”. Con un gran esfuerzo, desde todos los rincones del mundo, transportaron los más hermosos materiales que la Tierra podía ofrecer, piezas de mármol y de otras piedras, metales, maderas, con que construyeron Shamballa. Algunos en medio de ellos, que eran fuertes en el uso de la magnetización, ayudaban a levantar algunas de esas piedras, que pesaban toneladas por medio de la levitación y proyección de rayos de Luz. Una “Remembranza Divina” de esto fue la construcción de la Gran pirámide de Giza por medio de la levitación de las piedras. La primera tarea de los sacerdotes fue construir un Puente que conectaba el continente con la isla. Fue tallado del más fino mármol, cincelado en oro puro, y conteniendo exquisitas figuras de Querubines. Una Remembranza Divina física de este Puente es el que está en Roma frente al Castel Sant´Angelo sobre el Tebere.

Toda la ciudad era de mármol blanco y por eso, a la isla se le dio el nombre de “Isla Blanca”. Tres avenidas conducían al templo principal, que era la residencia de Sanat Kumara. Las calles las habían hecho de cristal y por debajo de ellas corrían fuentes de agua en las que flotaban flores con pétalos azules, amarillos y rosados. El templo principal estaba construido sobre el punto más alto de la ciudad y se accedía por unos hermosos peldaños de mármol donde cada 12 escalones, había hermosas terrazas adornadas con alegres y coloridas flores y fuentes matizadas con los colores del arco iris. La puerta del templo era muy alta, trabajada en filigranas de oro que reflejaban el sol como un gigantesco espejo. Una “Remembranza Divina” de esto son las “Puertas del Paraíso” de Gilberto, en el Baptisterio de Santa Maria dei Fiori en Florencia.

El templo para Sanat Kumara era similar al Taj Mahal, de forma cuadrangular, con blancos minaretes que apuntaban hacia el cielo ya que éste es un “Pensamiento Forma Modelo” de Templo. El Retiro del Maestro el Morya, en Darjeeling, tiene forma parecida, y el Maestro Koot Hoomi, cuando fue el Sha Jahan, en “Remembranza Divina” a Shamballa, lo construyó igual; por eso es bueno algún día ir allí o tener en nuestras casas una pintura, foto o reproducción en miniatura del Taj Mahal. Los templos dorados abovedados daban la impresión de un gigantesco loto de fuego suspendido en la atmósfera. Encantadoras fuentes adornaban el frente de la construcción.

Shamballa tiene grandes salones para la reunión de sus Concilios, salones de registros y de tesorería, salones para huéspedes y salones para cada uno de los miembros de la Gran Hermandad Blanca, cuyo olor, color y radiación son propias del ser que es su regente.

Shamballa, al igual que Roma, no se levantó en un solo día. La construcción era frecuentemente interrumpida por las hordas destructivas, que venían bajando de las colinas, matando a los constructores, y destruyendo su trabajo y tan pronto desencarnaban los constructores solicitaban otra vez reencarnar de inmediato. Así pasaron 900 años. Esto es bueno saberlo para no desesperarnos en la expansión de la Luz cuando los estudiantes se nos van, traicionan, desbaratan nuestros grupos que no forjaron, recordémonos que son reminiscencia de los rezagados y con paciencia debemos reconstruir.