Tengamos
en cuenta que el calendario y el tiempo son una cuenta sistematizada creada por
el ser humano para la organización de sus actividades, y son ILUSIÓN. Sólo
cuentan para la Tierra, no para el espacio sideral, ya que se basan en las
revoluciones que da nuestro planeta alrededor del sol. La forma de medir el
tiempo, y la cuenta de los días, semanas, meses y años han cambiado muchísimo a
través de la historia. Antiguamente estaban basados en los ciclos lunares; en
la actualidad, en el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol. Así que,
cuando la predicción -sobre todo si es antigua, como puede ser la de la Gran
Pirámide o Maya-, predice una fecha, "vaya usted a saber" a cuál
fecha se refiere, según que calendario y de dónde. Los calendarios han cambiado,
adelantado y atrasado "apiacere" de césares romanos, gobernantes
"de aquí y de allá", incluso de algunos papas. Es tal el enjambre de
fechas y cálculos con cada uno de estos cambios, que es imposible saber a qué
fecha, de acuerdo a qué calendario o a la corrección de qué papa o césar se
refiere una profecía.
Los
seguidores de profecías siempre tienen una razón para decir que las fechas
predichas son las exactas. Pero pasa algo curioso, cuando ha llegado el día del
cumplimiento de las fechas de muchas profecías, como no se efectúan, hay un
silencio ensordecedor con respecto a ello, hasta que después de un tiempo surge
otra profecía, vuelve a pasar lo mismo y así van pasando los siglos, sin que
nunca exista una destrucción.
En el año
999 de nuestra era, todo el mundo creyó en las profecías que decían que el 31
de diciembre era el fín del mundo y esos días fueron un desastre; muchas
personas vendieron todas sus cosas, la gente corrió a las iglesias
desesperadas, y muchos se suicidaron. Sin ir muy lejos, para muestra solo hace
falta saber lo que pasó cuando entró el año 2000, que según un calendario
faltaban seis años para que esto sucediera y según otros ya había entrado hace
años. ¿Quién entiende? También para esa fecha se profetizaron desastres y
ninguno sucedió, ni siquiera el que afirmaba que las computadoras del mundo
entero se borrarían y quedarían en cero.
Mentes
muy hábiles utilizan la táctica de la profecía con el fín de conseguir fieles,
manipular a las personas, vender libros, y muchas cosas más; sólo los incautos
caen, por desconocedores de los "PRINCIPIOS UNIVERSALES" e ignorantes
de la historia, ya que esto se ha repetido muchas veces sin que suceda nada.
En la
actualidad existen aproximadamente unos cuarenta calendarios diferentes. A cada
uno de ellos los sigue mucha gente. No tienen nada que ver unos con otros.
¿Quién aclara qué vaticinio se va a cumplir el presagio? De eso no se ocupa
nadie. Además, ninguna de las profecías aclara estas cosas. Y total ¿para qué?
Si la gente se porta bien; y si se porta mal, se le devolverá todo su mal, diga
lo que diga cualquier profecía. Por todas estas cosas, los Maestros Ascendidos
-me refiero a los de verdad, no a los que determinados médiums les atribuyen
mensajes y sandeces de todo tipo- no predicen nunca nada. Ellos son
científicos, astrónomos, matemáticos, gente culta, sabedora a ciencia cierta de
las CAUSAS de las cosas, tanto a nivel material como oculto. LOS MAESTROS ASCENDIDOS NI SE LLEVAN POR
PREDICCIONES NI LAS HACEN. ELLOS SÓLO ENSEÑAN LAS LEYES, QUE UNO SE PORTE BIEN
PARA QUE LE VAYA BIEN. Y nosotros, como gente inteligente, igualmente no
nos detenemos en ninguna predicción; seguimos adelante estudiando las
"LEYES DEL UNIVERSO".
Tomado
del libro Espiritualidad Dinámica de Rubén Cedeño.