Puedes
meditar en tu habitación. Si tienes que salir a trabajar por la mañana, puede
ser difícil concentrarse. En la noche, cuando ya estés libre física y
psicológicamente de todo compromiso, puedes relajarte y meditar. Para meditar
no hay que ir a selvas, grutas, desiertos, ermitas y solitarios conventos. Hoy
los estudiantes se ven necesitados de meditar en medio de las grandes ciudades,
llenas de tránsito, humo, gente, ruido y agresión, donde están realizando el
trabajo de expansión de la Luz. Se puede hacer una corta meditación en el
metro, en un bus o deliciosamente en un avión.
La meditación no debe ser larga, ya que uno no debe perder la conciencia o entrar en divagaciones mentales. El lugar, puede ser cualquiera, aunque si se trata de la meditación oficial del día, debe hacerse en la misma silla o sitio, en lugar apartado de la casa o frente al "Campo de Fuerza", altar o sitio que tengas dedicado para tener las fotos de los Maestros y objetos de devoción espiritual.
Tomado
del libro Metafísica Avanzada de Rubén Cedeño.